Coaching ejecutivo
El Coaching tiene como objetivo la expansión de la capacidad de acción de una persona. Esto lo realiza al promover una modificación en el tipo de observador que esa persona es.
El ser humano está cambiando, la empresa también y el Coaching está dándole la mano a ese cambio.
“La empresa del futuro será aquella que sepa aprovechar la capacidad transformadora de los seres humanos.”
Rafael Echeverría
El Coach acompaña un proceso de toma de conciencia o “darse cuenta” tanto de oportunidades y caminos de acción antes no visibles, así como de supuestos no aparentes en las relaciones y sistemas dentro de la empresa.
Esta toma de conciencia por parte del cliente que recibe coaching le permite un “ser” y “hacer” diferente en su trabajo.
Muchos ejecutivos que han recibido coaching con nosotros expresan que el proceso de coaching les ha brindado mayores oportunidades de mejora y de gestión de su desempeño que cualquier otra capacitación a nivel empresarial.
Los objetivos de coaching ejecutivo son elegidos por la organización en acuerdo con el cliente y pueden ser muy variados.
Entre mucho posibles se destacan:
- desarrollo de inteligencia emocional ( auto-conciencia, auto-regulación emocional, autoanálisis reflexivo, expresión íntegra de las emociones, etc)
- adquisición de competencias conversacionales (escuchar, dialogar, pedir, etc)
- alineamiento de las fortalezas de la persona con la visión de la empresa
- desarrollo de capacidad para delegar
- mejora en la coordinación de acciones intra e intersectorial (trabajo en equipo, colaboración con pares de trabajo, relación manager-colaborador, etc)
- aumento de actitud pro-activa de trabajo
- mejora de habilidades de organización del tiempo y priorización de tareas
- manejo de situaciones de negociación
- claridad en la toma de decisiones
- desarrollo de mirada sistémica y estratégica de los desafíos
- equilibrio entre la vida personal y profesional, manejo del estrés
- adaptación a un cambio de ubicación en la organización
- desarrollo de auto-confianza y capacidad de auto-gestión
- auto-conocimiento y claridad en el diagnóstico de situaciones
- manejo de personas conflictivas, etc.
A través de preguntas y/o herramientas de coaching el propio cliente va diseñando su nuevo accionar en el camino hacia el logro de estos objetivos.
El coach pregunta y no aconseja desde un lugar de neutralidad. Es esta libertad de observación que brinda el coach a su cliente desde “el arte de preguntar” que lo distingue como disciplina NO directiva.
La “no directividad” es la que posibilita que los resultados sean más efectivos y sostenidos en los clientes de coaching, ya que son ellos mismos quienes diseñan y miden el resultado de su nuevo accionar en relación a los objetivos propios y de la organización.
El cambio global se inicia con el cambio interno en la manera de ver el mundo de cada persona y citando a Peter Senge: “La gente no se resiste al cambio, se resiste a ser cambiada”.
Por eso esta nueva profesión del Coaching está en la vanguardia de crecimiento a nivel mundial y son cada vez más los líderes exitosos que están aplicando un nuevo estilo coaching de liderazgo con sus colaboradores.
¿En qué se diferencia esta propuesta de coaching ejecutivo?
Al contratar un coach para los ejecutivos de su organización es importante que considere la profesionalidad de los mismos, la experiencia y los estándares de ética y calidad que maneja.
Un proceso de coaching es el inicio de una relación de confianza y confidencialidad con la organización y el ejecutivo, desde el respeto y la creencia de que el cliente es el experto en su propia vida.
Nuestra experiencia como coaches profesionales y de maestría está acreditada por la International Coach Federation (ICF), la mayor entidad regulatoria a nivel mundial de la profesión.
Asimismo hemos recibido alto nivel de satisfacción en los clientes que han confiado en nuestros servicios y tenemos amplia trayectoria en el mercado, en medianas y grandes empresas. Podemos asegurarle una alta calidad en nuestros servicios, así como una gestión profesional y de excelencia con compromiso humano.
¿A quién va dirigido?
Esta propuesta es ideal para todo miembro de la organización que influyan de manera significativa en los resultados y objetivos del sistema, ya sea a través de su influencia, ubicación o potencialidad aún no manifestada.
Es importante que la empresa contrate coaching cuando el/la colaborador/a muestra la posibilidad real de involucrarse en el proceso, percibiéndolo como una inversión en él/ella por parte de la organización.
Metodología
Duración:
La propuesta se lleva a cabo con una duración establecida de común acuerdo entre todas las partes: la organización, la persona solicitante del proceso de coaching, el coach y el/la coachee (colaborador que recibe el proceso de coaching).
Generalmente se desarrolla a través de encuentros in company semanales o quincenales de entre 60 y 75 min de duración.
Indicadores de avance:
A mitad y final del proceso de coaching se sugiere una medición y evaluación de avance en relación a los objetivos del acuerdo original con las partes involucradas, de manera presencial o virtual.